Tuesday, April 14, 2009

Madero, el otro/Ignacio Solares

En reiteradas ocasiones, Ignacio Solares ha dado muestra de una gran pluma. Al menos así lo considero. Columbus, su novela sobre el ataque de Villa a la población norteamericana, es sin duda una novela amena, clara, concisa. Tiene sus grandes momentos de dicha y de acción y sobre todo, como novela histórica, da luz al lector sobre los hechos ocultos en la trama de la historia que, al combinarse con la ficción recrean no sólo un periodo histórico, sino un acercamiento a la gente de la época.
En, Madero, el otro, sin embargo, la pluma de Solares se encuentra con un gran atorón. Más que novela, bien podría pasar como un gran ensayo histórico por la cantidad de fuentes y citas que pueblan la obra. Sin duda, la vida del oriundo de San Pedro de las Colonias es materia literaria: sus afanes con el misticismo, su enfrentamiento contra Díaz, la pasión que nació en hombres como Villa y el descontento que originó en hombres otros hombres como Zapata.
Pero la novela no avanza. El autor intentó contar hacia atrás, como en Viaje a la semilla, de Carpentier, pero el narrador que utiliza, en segunda persona, que utiliza para detonar la narración, en la mayoría de las veces, preguntas con tono retórico, vuelve lenta la narración.
Esto, salpicado de datos. de citas, de saltos cualitativos y cuantitavos en la construcción del personaje, vuelven la lectura de Madero, el otro, algo cansada. Ignacio Solares es un buen narrador, al menos lo comparo con el mismo Solares de Columbus, imagino que sabe que Madero se fue para otro derrotero. Sí, yo creo que lo sabe. Aún así, es una obra que es una referencia para comprender la historia del país. Lamentablemente sólo es una referencia y nada más.
Editorial: Punto de Lectura
Páginas Arriba de las 232.