Todo escritor mexicano, asumo, en alguna parte de su vida como lector y cazador de historias, se interesa por escribir "su novela" sobre la conquista. No es para más. La conquista es un territorio épico, tal vez, nuestro último territorio épico, porque la independencia y el resto de las parafernalias históricas que nos endilgan la historicidad nacional y gubernamental siempre pueden estar falladas o prestarse a intereses de otra índole.
Y si hay un personaje interesante durante toda esta época, esa es la Malinche, o Malinalli. ¿Qué es lo que hace Laura Esquivel con este personaje histórico? Algo muy sencillo pero al mismo tiempo, fabuloso: reconstruírlo, darle una nueva voz y sobre todo, darle una sensibilidad propia. Que no se engañe el lector al pensar que en Malinche encontrará a una mujer malvada, traidora y cargada de esas imposiciones históricas que pueden caber tan bien en un personaje tan controvertido como Malinalli (Malinche era en realidad Cortés, ya que Malinche significa, "El señor de Malinalli".)
En esta novela Esquivel dota a Malinalli de una visión profunda sobre la cultura, con dudas, con miedos, con preocupación, con nostalgia y al final, hace una especie de cambio de estafeta entre las deidades prehispánicas y las nuevas deidas. "Yo soy el nuevo mundo", le dice Malinalli a su madre, quien la había abandonado a su suerte de pequeña, vendiéndola a unos comerciantes, pero después, la misma Malinalli termina cediendo que en realdiad, sólo cambiará ese mundo de forma, pero seguirá siendo el mismo mundo.
Malinche es un canto a lo indígena y una nostalgia viva, sobre todo, en la última orden de Cuauhtemoc a su pueblo: "Que los padres y las madres no olviden decir a sus hijos lo que ha sido hasta hoy el Anáhuac al amparo de nuestro señor del cerca y del junto, nuestro señor Ometeotl-Ometecuhtli, y como resultado de las costumbrs y de las enseñanzas que nuestros mayores inculcaron a nuestros padres y que con tanto empeño éstos inculcaron en nosotros. Tampoco olviden decir a sus hijos lo que un día deberá de ser este Anáhuac para todos nosotros. Después de estar larga noche surgirá el sexto sol que será un sol de justicia."
Así que, esperemos el sexto sol. Al menos las palabras de los que fue este Anáhuac vienen en Malinche.
Editorial: SUMA de letras
País: México
p. 244