Tuesday, May 27, 2025

Cuentos, Alfonso Reyes

 Por el trabajo leer a Alfonso Reyes se ha vuelto una necesidad de año con año. He leído ensayos sobre su relación con su padre, con otros escritores, he leído algunas crónicas de viaje, ciertos poemas, su única obra de teatro, reseñas de películas del cine mudo, reseñas de las que fue pionero junto con Martín Luis Guzmán, he leído sus estancias en París, en Madrid, en Buenos Aires y en Río. También algunos cuentos pero estos más bien dispersos. Cuando se habla de cuentos de Alfonso Reyes, además, casi todas las reflexiones giran alrededor de "La cena", texto entre realista y fantástico, con una bruma mágica, una prosa incomparable, cuento que alteró la manera como un joven Borges escribía -he pensado que es precursor de "El Aleph" y sin duda de Aura, de Carlos Fuentes, en suma, un cuento histórico. Pero a veces lo histórico cansa y me pregunto qué más hay y lo encontré en esta selección de cuentos publicada por Océano y seleccionada por la nieta de Reyes, Alicia. Lo que más me emocionó de este libro son justo los cuentos de Reyes, un hombre ya maduro, que escribió durante su estancia en Brasil, escritos ya sea en Petrópolis o Río. En estos cuentos hay un pulso distinto a otros relatos que he leído de él: hay erotismo, mala entraña, deseo, nostalgia, amores carnales y un hombre que cuenta, no un literato que escribe cuentos de enanitos del espacio. Creo que los mejores son "La Fea", "Calidad metálica", "Los estudios y los juegos". Tres relatos de deseo y amor, de una prosa madura, terrestre, carnal. Nada qué ver con los relatos de más adelante o de atrás, más fantásticos, donde el hombre ya no está en juego, sino el literato. Incluso de sus primeros cuentos, me parece más profundo "Silueta del indio Jesús" que el célebre de "La cena". "Floreal" es un bonito relato poético y sin duda alguna, "La mano del capitán Arana" es otro relato que debe estar en los mejores de la literatura latinoamericana. También me gustó la fábula de "San Jerónimo, el león y el asno". "Encuentro con un diablo" y un retrato real, casi crónica de "Entrevista presidencial". en fin, que es una buena selección, que redimensiona a Reyes para quien tome este libro. Éste fue un gran narrador, es una lástima que le ganó el ensayo y la poesía, donde creo que salvo El sol de Monterrey y Los caballos, lo demás no me emociona mucho. ah, y sus relatos breves también son buenos, sus minificciones. Buen libro, que lees como si fuera de hoy y eso es lo que sí logran los autores clásicos.


Océano

316 o 

Saturday, May 10, 2025

Olor a rosas invisibles, Laura Restrepo

Hace tiempo había leído a Olor a rosas invisibles de Laura Restrepo, una autora que admiro mucho. Y no sé qué fue lo que escribí en ese entonces. Creo recordar que pensaba que la historia la contaba un testigo, eso sí, pero que había conocido a los dos personajes y se había enamorado de ella. Y al final encontraba cierta redención en ese amor. Pero, ahora que he vuelto a leer la novela, me parece una novela feliz y triste. Feliz porque, en estas brevísimas 60 páginas, Laura Restrepo hace un canto amoroso a las segundas oportunidades, al reencuentro con los viejos amores que, durante un tiempo, se dan la oportunidad de ser lo que no fueron. Y triste porque, quien cuenta esta historia, no ha tenido nunca la oportunidad de tener uno de esos amores y por eso vive, desde la imaginación y la ficción, el amor de los terceros. Pero lo dice muy bonito: "yo que amo más el olor a rosas invisibles que el de los rosales verdaderos". Y creo que todo lector eso: alguien que ama más el olor a rosas invisible que el de rosales verdaderos. Amamos lo que no es, pero que existe en la imaginación. Y por eso andamos tras libros, autores, historias, que nos complementen. Entonces, es una novela feliz, sí y triste, pero en esa tristeza puede surgir otro rasgo de la belleza: de los que contemplan, que es también en ocasión, tan dichosa como lo que se vive. La historia es simple. Luicé vive, a sus 50 y tantos, un reencuentro con Eloísa, la chica chilena con la que vivió un verano tórrido pero feliz en Roma hasta que la familia de ambos se entera y los separan. tantos años después, se reencuentran, con los sinsabores, la comparación, pero al final la esencia misma del amor intacto. Y todo esto nos lo cuenta un amigo, el amigo con el que Luicé se reunía junto con otros en un bar para justo eso, hablar de los viejos amores. Es un relato tierno, breve, que muestra la gran maestría de Laura Restrepo. Y sí, todos amamos el olor a rosas invisibles en algún momento de nuestras vidas. Todos tendremos una memoria qué rescatar de nuestros días felices.

Editorial Sudamericana

64 p

Thursday, May 08, 2025

Qué hacer con estos pedazos, Piedad Bonnett

Tenía tiempo con el deseo de leer a Piedad Bonnett. Un deseo que viene construido de la mercadotecnia, por supuesto, pero que celebro que esta ocasión sea de la bonita, es decir, de aquella que te acerca a voces interesantes, a prosas que van con lo que tú crees que es una buena prosa. Supongo que esto puede parecer un alarde, miren, a X sólo le gusta la buena prosa... pero ¿qué se le va a hacer? Si como lector no llega uno a construir sus gustos pasado cierto tiempo, pues, es que tal vez no se es lector. Porque leer es como el amor. También se toman decisiones. Además, por un azar inesperado de la vida, tuve la fortuna de estar en la rueda de prensa en el palacio real en Madrid, cuando se anunció su premio Reina Sofía. No he leído ese libro, dicho sea de paso, porque tal vez se me perdió en la mudanza. En fin. El caso es que tenía tiempo con el deseo de leer algo de ella y finalmente lo he hecho. D. me pasó la novela en una comida inesperada, pero larga y con buena sobremesa, en la cdmx. Y ahora que volví a tener otros días de vuelos y traslados la empecé a leer ya noche, en el hotel. Uno muy bonito, con una biblioteca abierta a la que se llegaba tras pasar por un pasillo largo, bien iluminado por el atardecer gracias a sus ventanas amplias. Y lo que encontré fue la historia de una mujer ya entrada en años -más o menos como los míos- a quien una tarde su marido la obliga a aceptar la remodelación de la cocina. Ella ha perdido a su madre hace años, su hija en apariencia una profesionista competente y exitosa casi no le habla y el esposo es un poco esa mezcla de todos los esposos huraños, enmohecidos y secos que solemos ser todos los esposos y ex esposos del mundo. Al punto de iniciar el relato, el padre de la protagonista también enferma. Desde este punto de partida Piedad Bonnett retrata una vida consumida, con momentos de satisfacción y respeto que suelen venir del trabajo, pero no de la familia. Hace el retrato del padre terrible, de la madre opacada y de la misma protagonista, Emilia, tan apagada como todos los personajes de la novela. Hay miseria humana, pero no de la que nace de la maldad, sino de la que surge del dolor y el olvido propios. Hay también viajes, relaciones familiares rota o en construcción y finalmente, todo el peso de la novela recae en quien menos se espera, quien sacude al fin a la protagonista no para su gran transformación, sino acaso, para tener una válvula de escape y volver a dormir. Qué hacer con estos pedazos. Al parecer nada. Solo reunirlos y ver si con estos pedazos podemos ser otros, o al menos, pedazos no tan dispersos, que unidos, tal vez jamás.

Alfaguara
166 p

Cocodrilos, Magali Velasco

Recién leí Cocodrilos de Magali Velasco y fue y no fue una sorpresa. No fue una sorpresa porque ya he leído otros libros suyos, y sabía lo que iba a esperar; y fue una sorpresa por el tema que no pensaba que estuviera dentro de sus intereses. Fuera de este vicio de lector que pensamos nos prepara para conocer de antemano lo que los autores escriben, sólo por haberlos leído antes, debo decir que la novela fue un gran hallazgo. Lo fue porque es una novela que retrata el tema de los desaparecidos y la violencia ejercida desde la política, pero no fue escrita con cierto tipo de estrategia narrativa de este género. Es una novela más emparentada con un estilo más de novela política que de narcotráfico. Entonces, desde ahí, te permite otro acercamiento al tema. Segundo, porque es una novela bien, bien llevada, casi con orden, diría yo. La tensión es progresiva, la presentación de los personajes, las escenas son brutales, tanto si se narra un asesinato como un encuentro amoroso. Y luego, se da permiso de recordarnos que la vida es más que un enredo político, cuando sitúa a un personaje, en este caso la mamá del protagonista, con una enfermedad mental, con una obsesión compulsiva por la limpieza que lleva hasta sus últimos grados. Este personaje siempre nos recuerda que la lucha está también en el entorno de lo íntimo. Entonces, ¿de qué va la novela? La historia inicia cuando Amanda, la maestra de Santiago, un no tan joven, pero aún joven reportero, le pide a éste ayuda para dar el seguimiento a una sospecha. La maestra cree saber en dónde se encuentra una fosa con cuerpos y que ésta ha sido hecha por los esbirros del general a cargo de la justicia del estado. Cuando la maestra es asesinada, Santiago tiene qué debatirse entre volverse un periodista real o uno de los que compra el estado a cambio de desayunos en La Parroquia o compra de publicidad en sus medios impresos -cosa que he visto mucho en años recientes-. Además, nos pone como personaje de gobernador a uno real. Duarte, el célebre y corrupto -presunto me dijo un abogado para evitar demandas-, gobernador de Veracruz al que -presuntamente, jaja- se le atribuyen muchos desmanes. En fin. La novela cumple todo lo que promete: es feroz, tierna, intensa, con una tensión progresiva, una gran novela. El título, además, tiene que ver con las desapariciones: cocodrilos que también llevan en su estómago las vidas de inocentes.

220 p
BUAP

Wednesday, May 07, 2025

Mujer nacida bruja, Denise Martínez

Me gustan los libros debut. En ellos radica una necesidad que aún no se contamina por el deseo de la trascendencia. Son apariciones salvajes de narradores de cualquier edad que se consagran a su único oficio: contar lo que se tiene dentro. Eso puedo decir de este libro Mujer nacida bruja de Denise Martínez. A lo largo de estas histoias bien trazadas, en su mayoría, vemos el incierto mundo de las mujeres cercanas a lo mágico, la tierra, lo salvaje. Son mujeres, todas, además, dominadas por la violencia de género, pero no vista como un elemento discursivo, sino como un elemento natural. Tal vez por eso asombran mucho más. Como que hay cosas que, en la realidad, sin más adornos ideológicos, es aún más rabioso y terrible. Pero, ante esta violencia, las mujeres de estos cuentos tienen, por ayuda de un ente superior, ya sea el diablo o la madre naturaleza o una deidad prehispánica, el gran beneficio de la venganza. Y a ella se enfocan después de ser violentadas. Destacaría, en ese sentido en relato de Ce ehécatl y La nopalera, pero en tanto Violeta, En algún lugar de la oscuridad, Tres cervezas y Polvillos de hada para recordar, nos presentan, además, mundos claustrofóbicos, que penden del ultraje y el abandono. Tres cervezas, por ejemplo, cuenta la vida de una chica, que aún no pasa de los 12 años, y que es vendida por su madre a un borracho que asiste a lupanar donde trabaja. O el cuento de Violeta, que tiene una bien trabajada sorpresa, pero que te engaña todo el tiempo. En fin, que este libro y estos cuentos tienen su malicia en donde el mundo de lo mágico nos sale al paso con su dosis de horror, venganza y disturbios. Buen libro de cuento. El tabique en el pastel es, acaso, el cuento más largo del volumen, que me parece no logra la tensión de los otros. Pero se entiende, es un cuento de exploración de otro tipo de estructura. Los demás, cumplen muy bien.

Par tres editores
87 p.

Thursday, May 01, 2025

Nadie es tan fuerte, Pablo Colacrai

A veces encuentras libros de cuento que te dan una rabia porque sabes que no podrás escribir cuentos como esos... ya luego te moderas y sabes que no tienes por qué escribir cuentos como esos si ya hay alguien que los hace y que los siga haciendo por mucho más tiempo. Porque, si los sigue escribiendo por mucho más tiempo, tendrá la oportunidad de, posiblemente, aprender a extraer aún más en su oficio de la sordidez y el candor de la naturaleza humana puesta al servicio del asombro. Todo esto pienso tras leer Nadie es tan fuerte de Pablo Colacrai. Primero debo decir que es un libro de cuentos con muchas caídas en falso. Es decir, en todos los relatos que lo componen, uno avanza como en un pasillo lleno de trampas mortales. No sabes por qué estás tenso, pero lo estás. Si sólo es literatura, te dices, pero de muchas maneras no sólo lo es. Segundo, que cada desenlace es una conversión que no necesariamente revela algo mejor, sino algo, algo que antes no estaba ahí en el cuento y que ahora asoma con toda su despiadada forma o toda su despiadada ternura. Para ejemplos tres: "Anidar", "La nave de Rick Hunter" y "Ya es mañana". Los tres relatos tienen casi la misma estructura, en el fondo se le nota, pero no importa. Lo que importa es cómo Colacrai te envuelve hasta que, como un mago que revela una carta que no esperabas, ésta no resulta ser una carta, sino la revelación de algo podrido, como un desamor o la madurez. En "Ya es mañana", por ejemplo, un sujeto despierta después de pasar la noche con una chica y entonces rememora lo que lo llevó a esa situación. La chica no importa en sí, sino lo que ocurrió. Ella acepta irse con él a su casa cuando él confiesa que es poeta. Mientras empiezan a cachondear, ella le dice que sí quiere escuchar sus poemas. Él los saca de un cajón y los lee. Ella avanza con su deseo de él mientras le leen, pero él tiene una revelación espantosa y profunda: qué malos son sus poemas, qué vergüenza la suya por creerse poeta. Y esa revelación, ese sentirse un fraude, mancha todo lo demás. Lo mismo pasa con "La nave de Rick Hunter", perp aquí el chico entre al mundo del deseo juvenil, cuando antes solo era un niño. El último relato es el que más me gusta: "El mejor regalo" es desafiante, con una estructura empalada. Al final, el personaje encuentra algo de dignidad imaginada tras buscar un regalo para su hija quien vive con su madre, ahora separada del hombre. Así son los relatos o cuentos de Nadie es tan fuerte: sí, todos somos seres rotos, y nos rompe un atardecer, un beso que nos dan, un decir hasta pronto. Y a veces, solo a veces, eso es tan bueno como para hacer literatura.

122 p

Universidad Autónoma de Nuevo León