En Grey, Alberto Chimal hace uso de todos los tipos de relato posible para crear un universo donde se concibe todo lo que la grey cree. Metodistas, católicos, manos de santos, sectas extrañas, hombres que realizan un ensayo de la pasión y cortauñas aparecen en estas páginas y su relación con la divinidad. Con un sigular sentido del humor y con una vertiginosidad que funciona casi como un rezo instantaneo, fulminante, Chimal se burla y muestra todos los actos de la grey, todas las melodías y suspicacias de la fe. Algunos son textos breves, otros largos, otros son entrada de diccionario pero todos sirven para que el autor haga una disección lúdica de la fe. Semejan en muchas partes cierto aire a Julio Torri que le sienta muy bien.
Grey tiene como en las piezas del reloj, obras bien calibradas, casi estremecedoras como el cuento "Tanto gusto" y pequeñas historias como "Tao" y "Tao2" además de "Manda fuego". Es en suma, un libro interesante, que no exagera en palabras para ser libro.
Y para muestra: De la alianza: "El menor tenía el don de curar por la fe y en sus manos sanaban, como por milagro, las heridas más graves. El mayor tenía fuerza sobrehumana en los puños, que empleaba para darle clientes a su hermano".
Inicio lectura: 11 de noviembre
fin lectura: 11 de noviembre
editorial: Era
pp: 90
ubicación: algún lugar en la carretera a Tampico.
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