Saturday, December 09, 2006

La despensa del diablo/ Jim Crace

¿En dónde inicia la gula, al momento de pedir más una vez saciado o cuando se quiere innovar en lo que se come, agregándole juego, ingredientes extraños o historias extraordinarias? Una lata cuyo contenido nadie sabe, una forma original para recoger almejas, una caja de supermercado que sabe la vida doméstica de un soltero o el juego, aparentemente tierno de una madre e hija quienes desean saber si un bocado sabe igual en la boca de la otra son apenas atisbos, esbozos de esta cocina fantástica, límpida y exótica que el narrador inglés Jim Crace evoca en La despensa del diablo.
No hay que irse con la finta del título. El diablo no tiene más que una mínima aparición en los relatos breves o en los cuentos de este libro. La mayor parte de los personajes son amantes fieles a la gastronomía que salga de un habitual omellete de jamón o una ternera con vino tinto. Arvejas, pasteles con rellenos fantásticos, caldos de pescado, restaurantes que no sirven comida, viejos compañeros de desayunos y últimas cenas son parte de ese abanico en el cual se despliega el libro.
Crace, con una narrativa efectiva, candorosa en partes, arrebatada en otras, crea un universo fantástico en donde no caben ni hadas ni milagros, solamente la pureza de cocinas extrañas. Casi como un recetario el libro entrega generosamente sus sabores. A veces se antoja un recetario demasiado extenso pero, al igual que en los libros de cocina no todos los paladares gustan de lo mismo. Sólo hay que tener cuidado al terminar el libro y contener, si se es enfermo de gula, ese placer que consistiría en ir al bote de basura por los primeros desperdicios que se encuentren para hacer un estofado singular, como muchas de las historias de La despensa del diablo.
inicio lectura: 5 de diciembre
fin lectura: 9 de diciembre
pp. 190
editorial: Emecé
ubicación: ciudad de México

2 comments:

Anonymous said...

orale buena reseña pregunta, por que en tu otro blog no tienes para dejar comentarios, salu2

Anonymous said...

orale buena reseña pregunta, por que en tu otro blog no tienes para dejar comentarios, salu2